domingo, septiembre 16

Trinidad vital segregada


Fluye un sentimiento de optimismo forzado, de tranquilidad construida a base de metacrilato, de alambres de espino que cierran el espacio, la salida y la entrada. Es una sensación desde las tripas, desde un revoltijo, desde un amasijo de emociones. Todo lo que fluye abajo, en el estómago, es lo que no llega a la cabeza ¿o será a la inversa?

Esa gran coraza que separa el cuerpo de la mente, del espíritu. La trinidad vital segregada; cada una se alimenta de si misma. Autarquia inconexa que busca la unión.

Hay que crear un espacio en la cabeza para las tripas. El cerebro tiene que dejarse abrazar por el intestino. El corazón debe latir enla garganta y reflejarse en los ojos.

“El fantasma que sacamos, sabemos que tamaño tiene. El que nos dejamos dentro puede ser inmenso”.

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