lunes, junio 22

De nuestras heridas germinadoras de luz,

surgen destellos de claridad,

ráfagas de calor vestidas de terciopelo.

Del amasijo delicioso de emociones

va tejiéndose un vestido de seda,

transparente, liviano,

que nos cubre y nos cobija

en el afán de nuestros deseos.

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